Conductos de ventilación convencionales: un riesgo oculto para la salud

El problema invisible del aire interior

Aunque parezca contradictorio, los sistemas de climatización convencionales, que deberían aportar aire limpio, pueden convertirse en focos de contaminación si no están correctamente higienizados. ¿Por qué ocurre esto? Porque las superficies interiores de los conductos, porosas o con rugosidades microscópicas, permiten la adhesión de partículas orgánicas y humedad.

Estas condiciones son ideales para que bacterias, hongos y virus se instalen, se multipliquen y formen biofilm. El aire que circula por los conductos puede arrastrar estos microorganismos directamente al ambiente, afectando a trabajadores, pacientes, estudiantes o cualquier persona que ocupe el espacio.

Según datos del Ministerio de Sanidad y el informe EPINE 2015, hasta un 20% de las infecciones nosocomiales tienen origen ambiental. Muchas provienen de superficies contaminadas como techos, paredes y, especialmente, de los conductos de ventilación.

¿Qué es el biofilm y por qué es un problema?

El biofilm es una comunidad de microorganismos que se agrupan y protegen mediante una matriz polimérica que ellos mismos secretan. Esta película, invisible a simple vista, actúa como un escudo que:

  • Resiste desinfectantes convencionales
  • Protege a las bacterias frente a antibióticos
  • Se adhiere incluso a superficies metálicas

Una vez formado, el biofilm se vuelve extremadamente difícil de eliminar. En entornos como hospitales, puede desarrollarse en canalizaciones, superficies quirúrgicas y, por supuesto, en el interior de los conductos HVAC, donde resulta casi inaccesible.

Conductos tradicionales: una amenaza higiénica subestimada

La mayoría de los sistemas HVAC utilizan conductos metálicos convencionales sin ningún tipo de tratamiento protector. Con el paso del tiempo, estos conductos acumulan humedad, polvo, materia orgánica y residuos. Además, en zonas con poca ventilación o filtración deficiente, pueden proliferar patógenos resistentes que colonizan el biofilm.

A todo esto se suma que las tareas de limpieza suelen ser complejas, costosas y poco eficaces. La mayoría de veces no se alcanza el 100% de la superficie interior y, al depender de la intervención humana, la limpieza es irregular y su efectividad variable.

BIODUCT: una solución activa, no reactiva

Frente a este panorama, BIODUCT propone un cambio de paradigma. En lugar de tratar el problema cuando ya está presente, actúa desde el inicio con una solución preventiva. El sistema combina una estructura metálica de alta calidad con un revestimiento interior a base de pintura fotocatalítica y activos microencapsulados con acción virucida, bactericida y fungicida.

Este tratamiento impide la adhesión de microorganismos, evita el desarrollo del biofilm y elimina bacterias y virus al contacto con la superficie. Su eficacia está certificada por laboratorios como LEITAT, IVAMI y APPLUS, con una capacidad de inhibición superior al 99%.

La tecnología de BIODUCT se apoya en:

  • Nanopartículas metálicas como plata, cobre, titanio o níquel
  • Reacción fotocatalítica continua activada por la luz
  • Efecto oligodinámico, que previene la creación de resistencias microbianas

BIODUCT ULTRAVIOLET: máxima purificación del aire en movimiento

Para espacios de alta exigencia sanitaria como quirófanos, UCI, salas blancas o industrias farmacéuticas, BIODUCT ULTRAVIOLET añade un nivel extra de seguridad. A la tecnología estándar se le incorporan tapas de inspección germicidas con lámparas UV-C (RAMI-SYSTEM®), que desinfectan el flujo de aire en su totalidad.

Estas lámparas, de diferentes potencias según el volumen y velocidad del aire, eliminan virus, bacterias, levaduras, esporas y otros patógenos sin necesidad de contacto con las paredes del conducto. Además, no generan ozono y permiten un mantenimiento fácil, sin herramientas, gracias a su sistema de control externo.

¿Dónde marca la diferencia BIODUCT?

BIODUCT se ha diseñado para proteger entornos donde la salud y la higiene del aire son prioritarias:

  • En hospitales y residencias, reduce drásticamente las infecciones nosocomiales.
  • En escuelas y guarderías, mejora la calidad del aire y reduce el absentismo por contagios.
  • En fábricas de alimentación o cosmética, previene contaminaciones cruzadas.
  • En la industria farmacéutica y salas blancas, garantiza el cumplimiento de normativas.
  • En oficinas, bibliotecas y edificios públicos, genera ambientes más seguros con bajo mantenimiento.

Ventajas añadidas para cualquier instalación

Además de su capacidad higienizante, BIODUCT aporta beneficios técnicos y operativos:

  • Cumple con normativas como RITE, CTE, UNE e ISO
  • Reduce costes de mantenimiento a medio y largo plazo
  • Prolonga la vida útil del sistema
  • Minimiza el riesgo de bajas laborales y contagios internos
  • Optimiza recursos en el diseño de climatización e ingeniería

En resumen: aire limpio desde el interior

La experiencia reciente nos ha recordado lo vital que es respirar aire de calidad. Pero no basta con aumentar los filtros o renovar caudales. Es hora de ir más allá y convertir los propios conductos en agentes activos de purificación.

BIODUCT y BIODUCT ULTRAVIOLET no solo mueven el aire: lo higienizan, lo protegen y lo mejoran desde el corazón del sistema. Tecnología probada, rendimiento continuo y salud asegurada.

Si estás diseñando una nueva instalación o quieres mejorar un sistema existente, BIODUCT es la opción que transforma el aire en un aliado de la salud.

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