Las lámparas ultravioletas (UVC) son herramientas fundamentales en la desinfección de múltiples entornos al aprovechar las propiedades desinfectantes de la luz ultravioleta. Estas lámparas juegan un papel esencial en la eliminación de gérmenes, bacterias, virus y otros patógenos, mejorando significativamente la higiene y seguridad en diversos espacios.
El funcionamiento básico de las lámparas UV radica en su capacidad para dañar el ADN y ARN de microorganismos. Específicamente, la luz ultravioleta del tipo UV-C, con longitudes de onda entre 200 y 280 nanómetros, es altamente efectiva en este proceso de desactivación microbiana.
¿Cómo funcionan?
Generación de Luz UV:
Las lámparas UV están diseñadas para emitir luz en longitudes de onda específicas. La luz UV-C, producida por estas lámparas, es la más efectiva para la desinfección al afectar directamente la estructura genética de los microorganismos.
Ataque a Microorganismos:
Al incidir sobre los microorganismos presentes en el aire, el agua o las superficies, la luz UV-C penetra sus membranas celulares y daña su ADN o ARN. Esta acción interrumpe su capacidad reproductiva y de supervivencia, lo que conduce a su inactivación.
Efectividad de Desinfección:
La exposición a la luz UV-C durante un tiempo específico es crucial para garantizar la eliminación efectiva de microorganismos. La duración de la exposición y la intensidad de la luz UV son factores determinantes para lograr una desinfección eficiente.
Las lámparas UV se utilizan en una amplia gama de entornos, desde sistemas de agua potable y purificación de aire hasta aplicaciones médicas y desinfección de superficies en entornos comerciales e industriales. Su efectividad para la desactivación de microorganismos ha sido fundamental, especialmente en la prevención de enfermedades infecciosas y en la creación de entornos más seguros y saludables.
Estas lámparas UV-C representan una herramienta valiosa en la lucha contra la propagación de patógenos, destacando su importancia en la desinfección y mejora de la higiene en distintos contextos.
Bioduct:
Las tapas de inspección para mantenimiento de los conductos y con un sistema patentado que incorpora luces UV-C y estratégicamente ubicadas en los conductos de climatización y ventilación, aprovechan la potencia de la luz ultravioleta UV-C para desinfectar completamente el aire en circulación. Esta tecnología patentada complementa de manera integral el tratamiento biocida ya aplicado en los conductos de chapa galvanizada.
La integración de las tapas UV-C PHILIPS refuerza la efectividad del sistema al neutralizar cualquier microorganismo que circule por el flujo del aire del interior de los conductos. Esta adición asegura una barrera adicional de protección, mejorando de forma significativa la calidad del aire y reduciendo aún más el riesgo de infecciones nosocomiales en estos ambientes críticos.
